CUIDA TUS RIÑONES :)
¡ El ansiado trasplante de riñón !
El Trasplante y la donación de órganos es algo de lo que no se habla mucho en Chile. No tenemos mucha información sobre lo importante que ésto es, y sobre cuales son los panoramas tanto para el trasplantado como para el donante. La donación de un órgano puede provenir de un familiar (donante vivo) o bien inscribiéndose en una lista de espera (donante cadáver).
En lo personal, debo decir que no estaba muy convencida del trasplante en un principio, ya que me decepcionó un poco el saber que después de un trasplante el organismo queda muy expuesto a infecciones o enfermedades, ya que tienes que tomar medicamentos inmunosupresores (que debilitan tu sistema inmunologico) para que tu cuerpo no rechace el órgano. No entendía mucho el punto de "cambiar una enfermedad por otra", es decir, trasplantarme y tener un riñón pero quedar expuesta a enfermar de otra cosa. Y aquí es donde reafirmo lo importante que es la información y aun mas los testimonios, porque pude conversar con muchas personas trasplantadas que conocí a través de un grupo de facebook en donde las personas contaban sus experiencias, y si bien habían muchos que habían perdido sus trasplantes producto de una infección posterior, o que habían enfermado de otra cosa, incluso algunos que habían padecido cáncer, también habían muchos que llevaban años con sus trasplantes sin mayores inconvenientes, y que incluso aquellos que habían perdido sus trasplantes por alguna enfermedad posterior, alentaban a optar por el trasplante. Así me fui informando, buscando otos testimonios, conociendo otras realidades, y decidí que era lo que quería; conociendo los riesgos, sabiendo que asi como podía durar años también podía durar solo horas, que podía enfermar de alguna otra cosa pero nada importó, yo quería vivir.
Así mismo, conocí la hermosa labor del donante, cómo detrás de una partida, del dolor de toda una familia, una decisión llena de amor puede prolongarle la vida a otro. Entendí la bella conexión que se establece entre el receptor y el donante, aunque no lo conozcas, pero ya es parte de ti. Vi tanto amor en este maravilloso acto, tanta esperanza de seguir adelante pese a cualquier adversidad, sentí que tras todo lo que había vivido hasta ese momento, todo lo que había aprendido, todo lo que amaba la vida, quería una segunda oportunidad.
Inscrita en la lista de espera
Cuando decidí optar a un trasplante, tuve que realizarme una serie de exámenes médicos para poder inscribirme en la lista de espera, ya que desafortunadamente (para ellos) ni mis padres ni mis hermanas pudieron ser donantes. Digo "para ellos" porque yo no quería que se sometieran a eso por mi, yo aun soy joven y podía resistir unos añitos mas en diálisis a la espera de un donante compatible.
Asi comencé los exámenes viajando a Santiago constantemente para poder inscribirme, afortunadamente salieron todos buenos y quede oficialmente inscrita. Debo decir que fui muy, pero muy afortunada porque me llamaron a menos de un año de haberme inscrito en la lista, siendo que la espera suele de ser mínimo de unos tres años en Chile. Aquí es donde se mezcla lo agrio con lo dulce, una familia llorando la lamentable perdida de un ser querido, y otra esperanzada en poder ver con una mejor calidad de vida a quien también tanto aman.
Trasplante
Después de 11 meses en lista de espera, recibo una llamada a mi celular un día miércoles 6 de enero del 2016. Lo recuerdo vividamente; estaba ya en mi sillón de diálisis esperando que comenzara mi sesión, cuando suena el celular, contesto, es una nefróloga del Centro Médico de la Universidad Católica, y me dice que hay un riñón para mi, un riñón muy compatible, incluso mas que el de mis padres o mis hermanas. No podría describir lo que sentí en ese momento porque aun no lo logro poner en palabras jajaja quedé un poco en blanco, no sabía como reaccionar. Por supuesto que fue emocionante, pero muy extraño, no se por qué. Llamé a mi mamá que estaba en su trabajo, a unas cuadras de mi lugar de diálisis, y me fue a buscar. Mi equipo de diálisis estaban todos muy felices por mi, algo ansiosos igual que yo.
Lo primero era ir a buscar pasajes, ya que había que volar a Santiago lo antes posible. Llegamos a la aerolinea y había un pasaje para las 12 del día (eran las 9), la señora que nos atendió nos sugirió tomar el siguiente de las 3 de la tarde, pero no había tiempo, había que estar allá lo antes posible. Afortunadamente ya teníamos unos pasajes porque me correspondía volver a renovar mis exámenes para seguir en lista de espera, asique con ayuda de un certificado medico pudimos cambiar la fecha del pasaje. Corrimos a la casa a llenar las maletas, en el camino llamamos a un servicio de transfer que nos iría a buscar a las 10:30am para llevarnos al aeropuerto. Armamos maletas, tomamos lo esencial y partimos; llegamos a santiago a eso de las 2 de la tarde y nos fuimos directo a la clínica con maletas y todo jaja. Ahí me prepararon para la operación, me hicieron exámenes y me llevaron a pabellón. Por esas cosas de la vida, el trasplante se realizo bastante tarde, cerca de las 9 de la noche, pero afortunadamente fue exitoso. Pasaron los días y el riñón no funcionó de inmediato como se esperaba; me realizaron muchos exámenes pero finalmente era solo cosa de tiempo, con los días el riñon fue funcionando como se esperaba. Estuve una semana mas de lo esperado hospitalizada, pero fue una bonita experiencia el recibir a esta alma que al parecer, aceptaba quedarse conmigo. Junto a esto, todo el personal medico, las enfermeras y paramedicos fueron un siete conmigo, todos muy cariñosos y atentos, me sentí muy bien cuidada y acompañada.
Así mismo, comencé todo el tratamiento inmunosupresor para evitar un rechazo. Afortunadamente mi organismo respondió bien al tratamiento, claro que siempre cuidándome mucho para no enfermarme, pero a la vez intentando retomar la vida lo mas normalmente posible, finalmente para eso es el trasplante.
Tuve que pasar dos meses en Santiago para monitorear el riñoncito, y ya luego pude volver a mi casa. Respecto al riñón todo anduvo muy bien, pasé de tener una creatinina de 11 a una de 0.6 (normal: 0.5 - 1.0), todo un mérito! Así que más que agradecida con mi donante por permitirme seguir cumpliendo sueños junto a él, ya que siempre formará parte de mi vida, en cada paso que de él irá conmigo. Los controles médicos son constantes en un principio, pero es necesario para poder detectar cualquier cosa a tiempo.